Las ridiculeces de mandatarios por el coronavirus

Desde que comenzó a arreciar la pandemia del coronavirus, hubo de todo en el mundo, y sobre todo en los distintos gobiernos. Aciertos, errores, ignorancia, previsión, inoperancia, irresponsabilidades, de todo. Y sobre todo quedó muy en evidencia una disyuntiva de hierro: proteger el sistema económico o proteger la salud de los seres humanos.
El argumento de que se defiende la economía pensando en los trabajadores y en los más desprotegidos termina siendo entonces una gran hipocresía. Lo que deben hacer los Estados es garantizar la supervivencia de las personas, los ingresos necesarios para llevar adelante con dignidad su vida y la de sus familias, y también evitar el cierre de Pymes y negocios. Para ello, tienen que invertir dinero en esos sectores y no en salvatajes para los grandes capitales, que no los necesitan.
Por ende, la dicotomía cuarentena vs trabajo y bienestar es falsa.
El mejor ejemplo de esto es la actitud que tomó el gobierno neoliberal de Sebastián Piñera en Chile, donde la cuarentena abarcó a 7 comunas de Santiago. Oh casualidad, las comunas residenciales donde viven las clases altas. Los barrios altos, como les llaman en Chile. En cambio, en los barrios obreros y en las poblaciones, como llaman a nuestras villas miseria, no hubo cuarentena. El mensaje es claro: si sos pobre, andá a trabajar, cual esclavo. Si te enfermás, mala suerte. Si te morís, mala suerte.
Por otro lado, en defensa de la actividad económica, en el último mes se han escuchado las barbaridades más grandes de parte de muchos mandatarios alrededor del mundo. Esto, además, los pone contra las cuerdas de la historia, porque si de algo no se vuelve, es del ridículo.
Aquí un repaso de una serie, seguramente incompleta de gobernantes que cayeron en el papelón público:
Donald Trump, presidente de los Estados Unidos
“Es una simple gripe. Su expansión será controlada con el final del invierno. Mucha gente cree que el virus se irá en abril, cuando llegue el calor».
«Desaparecerá. Un día, como un milagro, desaparecerá».
“Me causa indignación tener que cerrar el país más exitoso del mundo”.
“Estados Unidos no puede cerrar”.
“Llamaré al virus usando el país de donde viene: Virus Chino”.
“Quiero que todos los estadounidenses estén preparados para los días difíciles que se avecinan. Serán unas dos semanas muy, muy dolorosas”.
Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido
“No vamos a cerrar las escuelas todavía”.
“En el Reino Unido deberían enfermarse 65 millones de personas, para que nos inmunicemos de cara al coronavirus”.
“Debo sincerarme con ustedes, con el público británico: muchas más familias van a perder a sus seres queridos antes de tiempo”.
Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia
“Yo no he visto volar al virus, ¿verdad? Este país es una heladera, y esa es la mejor cura antiviral”.
“No hay que cambiar nada en el cotidiano, que todo siga igual. Combatir el coronavirus es sencillo: basta con hacer sauna y beber vodka”.
Gurbanguly Berdinuhamedow, presidente de Turkmenistán
Prohibió expresamente que se pronuncie o escriba la palabra coronavirus.
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México
“Lo del coronavirus, eso de que no se puede uno abrazar… Hay que abrazarse. No pasa nada”.
“Los mejicanos, por nuestras culturas, somos muy resistentes a las calamidades, y siempre hemos salido adelante, y en este caso vamos a salir adelante. No dejen de salir, todavía estamos en la primera fase. Yo les voy a decir cuándo no salgan. Sigan llevando a la familia a comer a los restaurantes, a las fondas”.
Jair Bolsonaro, presidente de Brasil
«Creo que hay un elemento de fantasía o ficción alrededor del coronavirus. No está tan mal.
Es un resfriadito, una gripecita”.
“Lo siento, algunos van a morir, así es la vida” «¿Van a morir algunos por el virus? Sí, van a morir. Va a suceder, lo lamento. No podemos crear ese clima que perjudica a la economía».
«El brasileño tiene que ser estudiando. Él no se contagia de nada. Ves a un chico saltando en una alcantarilla, se sumerge, bucea, sale y no le pasa nada».
“El que tenga un empleo, que vaya a trabajar. Vayan a la iglesia, el pastor sabrá evitar las aglomeraciones, él sabrá qué hacer”.
“Si el grupo de riesgo es de mayores de 60 años, no entiendo por qué cierran las escuelas”.
“Brasil no puede parar. Hay que acabar con esta crisis de histeria. Brasil no va a parar”.
“Que celebren un día de ayuno absoluto, invocando la altísima protección del Dios santísimo”.
Jeanine Añez, presidenta de facto de Bolivia
“Convoco a unirnos con fe en ayuno y oración, en arrepentimiento y fe, por la salud de los bolivianos. Que Dios bendiga a Bolivia”.
Mauricio Macri, ex presidente de Argentina
“El populismo es mucho más peligroso que el coronavirus”.