Israel muestra que solo tiene plan de guerra
Nota publicada en El Diario de Carlos Paz.
La situación de Medio Oriente no da tregua. Todo el tiempo hay noticias nuevas, y, al mismo, tiempo, falta información. Se sabe, en una guerra, la primera víctima, siempre es la verdad.
Esta semana fue muy cargada de novedades. Hace exactamente siete días nos enterábamos de que Israel había asesinado al líder de Hezbolá, Hassan Nasralá, dos días después el gobierno de Benjamín Netanyahu decidía invadir El Libano por tierra, y después, se conoció la respuesta de la República Islámica de Irán, con cientos de misiles contra objetivos militares israelíes.
Ahora bien, saber realmente el «éxito» o el «fracaso» de estas acciones, es otra cosa, porque la guerra moderna incluye la batalla por la comunicación, plagada de fake news. Según Israel, todo le está saliendo bien, y esto se debe leer en clave cínica: 45 mil palestinos exterminados en un año, de ellos, más de 16 mil son niños y más de 10 mil son mujeres; 2.000 libaneses asesinados en dos semanas, la mayoría civiles; la cúpula entera de Hezbolá descabezada; ataques y destrucción contra casi todos sus vecinos: Palestina, El Líbano, Siria, Irak, Irán y Yemen. Del lado de Irán, también se intenta dar una versión ideal: el 90 por ciento de los misiles lanzados alcanzaron sus objetivos en Israel; las milicias de Hezbolá no han permitido que las tropas israelíes penetren en territorio libanés.
En el medio, algunas puntas para dilucidar a partir de leer entre líneas. Según el diario estadounidense Washington Post, luego de contrastar fotos satelitales con expertos, de los cientos de misiles lanzados por Irán el 1° de octubre, al menos 20 de ellos impactaron contra la base aérea de Nevatim, en el sur del desierto del Néguev, y otros tres contra la base de Tel Nof, en el centro de los territorios ocupados.
Es decir, ni muy muy, ni tan tan. El viernes, el comandante adjunto del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán, el general de brigada Ali Fadavi, dijo a la televisión libanesa: «Si la entidad ocupante comete un error, atacaremos todos sus recursos energéticos, centrales eléctricas, refinerías y yacimientos de gas». Y uno podría preguntarse: ¿por qué no lo ha hecho ya Irán, si errores, Israel los viene cometiendo desde hace tiempo? Esto, considerando como «errores» una campaña desquiciada al margen de toda ley internacional. Será quizá porque no puede Irán, será porque la batalla de la retórica es también parte de esta guerra. Pero hay un peligro, uno siempre es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios. Si ahora Israel ataca a Irán, a la república islámica no le quedará otra alternativa que intentar cumplir lo que prometió, sobre todo de cara a su propio pueblo.
Lo mismo vale para Israel, que promete acabar con Hamas, acabar con Hezbolá, borrar del mapa a todos los que se le pongan enfrente. Una retórica propia del discurso genocida, propia de lo que siempre ha sufrido el pueblo judío. Hoy lo utiliza el Estado de Israel. Y mentirosamente le promete a su pueblo que, una vez conseguidos esos objetivos de aniquilar a sus enemigos, habrá paz y prosperidad. Pero aquí hay dos cosas. La primera ya la hemos explicado, las matanzas y los sufrimientos vienen desde 1948 con la ocupación de tierras que estaban habitadas, y tanto Hamás como Hezbolá surgieron 40 años después, en la década de 1980. Entonces, es mentira lo que le dice Netanyahu a su propio pueblo y al mundo entero. Y algo peor: Israel tiene todo tipo de planes para la guerra, se está viendo. Y no sólo tiene planes (plan A, plan B, hasta el plan Z), sino que además tiene una superioridad armamentística notable frente a sus vecinos. Lo que no tiene Israel es un plan para la paz. Entonces, cuando Netanyahu le promete paz a su pueblo, ¿qué le está prometiendo realmente? ¿Cómo hará Israel para vivir en paz con sus vecinos, el día que eventualmente no existan ni Hamás ni Hezbolá? ¿Cómo crecerán los cientos de miles de niños y niñas a quienes Israel les arrebató casas, hermanos, padres, todo?
No lo sabe Netanuhau, no lo sabe Israel, no lo tiene en cuenta, porque está ensimismado en sus planes de exterminio. Y el exterminio total nunca es posible. Ya una vez Hitler intentó exterminar al pueblo judío y no pudo. Pudo causar un genocidio, el Holocausto, o la Shoá, pudo matar a 6 millones de personas, pero el pueblo judío sigue vivo. Tampoco podrá Israel exterminar al pueblo palestino, y mucho menos a todos los pueblos vecinos ( libaneses, sirios, jordanos, iraquiés, iraníes). Israel podrá, eventualmente terminar con un grupo armado, con un gobierno, con los líderes, pero nunca con los pueblos de la región. Y su estrategia de infundir miedo en esos pueblos es peligroso, porque cuando a un pueblo no le queda nada, cuando ha perdido todo, también pierde el miedo. Y son muchos más que los israelíes.
Por eso, una lección básica de la política y de la estrategia militar es tener un plan para cuando termine la guerra, un plan para la paz. Israel no lo tiene, y eso podría ser su propia condena.