¿Fin de la Revolución Ciudadana en Ecuador?
El resultado de la consulta popular de ayer domingo arrojó un triunfo para el gobierno de Lenín Moreno y una derrota para su antiguo aliado político, el ex presidente Rafael Correa.
El resultado, a grandes rasgos, fue del 64 contra 36 por ciento.
Parece claro y contundente. ¿No? Y así te lo pintan los medios masivos de desinformación. Dicen que la mayoría de los ecuatorianos cierran la puerta al regreso de Correa al poder, que le dijeron no a la reelección indefinida y a la perpetuación del poder, cuando no al autoritarismo permanente, e incluso se animan a anunciar el fin de Correa y la Revolución Ciudadana.
Sin embargo, esas aseveraciones tienen parte de verdad y gran parte de mentira y de ocultamiento.
Primero, no había en Ecuador reelección indefinida tal como lo entendemos nosotros, es decir, reelecciones continuas e ilimitadas, como existe en la mayoría de los países de Europa, por ejemplo. Lo que se trataba en Ecuador era que si un presidente dejaba pasar un período de gobierno, podía volver a ser candidato, como sucede en Argentina, por ejemplo, donde Menem, De la Rúa o Duhalde pueden presentarse.
Luego de la consulta del domingo, en Ecuador eso será imposible, porque es una reforma echa a medida para PROSCRIBIR a Rafael Correa. Esa proscripción es lo más importante de la consulta de este domingo, una consulta, dicho sea de paso, que fue iniciativa de la derecha ecuatoriana, que no estaba en el programa electoral del traidor Lenín Moreno, es decir, que él tomó de la derecha y la partidocracia con la presión del Imperio.
Ahora bien, vamos a los resultados.
Es cierto que el resultado es un golpe para Correa y la Revolución Ciudadana, pero:
-Con todos los medios en contra, los privados y los estatales, con una persecución judicial y con todo el aparato estatal en contra, no es poco sacar el 36 por ciento de los votos.
-En el 64 por ciento que votó SI a la proscripción se contabilizan los votos de Lenín Moreno, los de la derecha, la extrema derecha y cierta izquierda que siempre juega con la derecha. Es decir, un abanico ideológico que no comparte nada, salvo la adversión a Correa y a todo lo que huela a nacional y popular. Jamás representará un proyecto político, como sí lo representa Correa.
-Por eso, es falso que Correa o la Revolución Ciudadana estén muertos. No podrá presentarse legalmente como candidato a presidente, pero habrá que ver cómo sigue haciendo política con un caudal de apoyo popular tan alto. Mucho más que el caudal que obtuvieron en primera vuelta presidentes en ejercicio como Macri, Kuszinsky, Santos Peña Nieto.
-Así las cosas, jubilar a Correa e más un deseo de la derecha que una posibilidad real