Mariano Saravia
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Especialista en Política Internacional

Basta de escudarse en el pueblo judío. Basta de argumentar antisemitismo

noviembre  2023 / 1 Comentarios desactivados en Basta de escudarse en el pueblo judío. Basta de argumentar antisemitismo

Por Mariano Saravia

Ante el genocidio que está perpetrando el Estado de Israel, es importante no caer en el error de equipararlo con el pueblo judío. No usar términos como judíos o israelitas, porque el pueblo judío es infinitamente mayor que el Estado de Israel. Hay muchos judíos que no viven en Israel, que nunca pisaron Israel y que están en contra de lo que hace el Estado terrorista de Israel. Por otro lado, es la trampa en la que algunos israelíes (gentilicio de quien es ciudadano del Estado de Israel) nos quieren tender: decir que cualquiera que los critique es un antisemita o antijudío. Falso de toda falsedad. Hace muchos años, a principios de los 2.000, di una conferencia con mi amigo el periodista Pedro Brieger. Fue en el Comedor Universitario de Córdoba sobre el conflicto entre palestinos e israelíes. Le pusimos por título: “¿Se puede criticar a Israel sin ser antisemita?” Lo hacíamos a propósito, como provocación, porque Pedro es un judío argentino que incluso en su juventud vivió en un kibutz y que tiene una visión muy crítica del Estado de Israel. Otro ejemplo es el de Dani Dayan, actual presidente de Yad Vashem, el mayor y más prestigioso instituto de estudios sobre el Holocausto. Dayan criticó duramente al embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan. ¿Por qué? Porque esta semana se presentó ante el Consejo de Seguridad con una estrella de David amarilla en la solapa, como la que los nazis imponían a los judíos en los guetos y campos de exterminio del Holocausto. Estuve en 2008 Israel estudiando el Holocausto, y con Yad Vashem en 2010 recorrí los campos del nazismo en Polonia. Doy fe que es una institución académica seria y respetada en el mundo. Y nadie puede dudar de su pertenencia a la tradición histórica el pueblo judío, más allá del Estado de Israel y más allá de la religión. Por lo tanto, nadie podría acusar a Dani Dayan, su presidente, de antisemita. Sin embargo, dijo lo siguiente, textualmente: “Es lamentable, los actos del embajador israelí deshonran a las víctimas del genocidio judío, así como también deshonran al propio Estado de Israel. El parche amarillo simboliza la indefensión del pueblo judío y estar a merced de otros. Hoy tenemos un país independiente y un ejército fuerte, somos dueños de nuestro destino. Hoy nos ponemos la bandera azul y blanca en la solapa, no un parche amarillo”. Probablemente Dayan avale muchas de las actitudes del Estado de Israel contra el pueblo palestino, pero no se escuda cobardemente en estos engaños a los que apela el gobierno de extrema derecha de Netanyahu. Hace unos 10 días, cientos de judíos estadounidenses protestaron en el Capitolio de Washington contra el Estado de Israel y el apoyo de Joe Biden a los crímenes de lesa humanidad contra el pueblo palestino. Entre esos cientos de judíos había 25 rabinos. ¿También van a acusar a estas personas de antisemitismo? Y el viernes pasado ocurrió algo similar en Nueva York, donde cientos de judíos ocuparon la Grand Central, la principal estación de trenes de la ciudad. Estaban bajo el lema “No en mi nombre”. La protesta estuvo encabezada por la agrupación Jewish Voice for Peace y los organizadores dejaron un mensaje claro: “Nos negamos a permitir que se lleve a cabo un genocidio en nuestro nombre”. ¿También serían antisemitas estos judíos con espíritu humanitario? Si se leen bien estas breves líneas, queda claro que ni siquiera he abordado el tema de fondo, no he hablado de lo que está sucediendo en Medio Oriente. Porque en estas breves líneas sólo me interesa desterrar la vergonzosa y cobarde estrategia del gobierno Netanyahu y de la derecha de la comunidad judía en Argentina, de escudarse atrás del pueblo judío. No señores, ustedes no representan a todo el pueblo judío, para nada. Lamentablemente para ustedes, existen cientos de miles de judíos, en Israel, en Argentina y en todo el mundo, que piensan distinto, que tienen un espíritu humanista y que no dudan en acusar a Israel como un Estado que ha incurrido en terrorismo y que está cometiendo una masacre. Y eso no impide que esos mismos judíos puedan también señalar el terrorismo de Hamás, o de cualquier organización que atenta contra civiles. La única línea es esa, la intención deliberada de atentar contra civiles. Por lo tanto, paren con la extorsión de insultar a cualquiera que ose criticar a Israel, paren con eso del antisemitismo. El antisemitismo existió y existe, claro que sí, pero si ustedes mismos bastardean el concepto, lo prostituyen y lo vacían de contenido, están traicionando a sus antepasados, a sus víctimas, a sus héroes y a sus mártires. Es una vergüenza. Y ustedes hacen eso por una simple razón: la cobardía. Hay que empezar a hablar y a discutir los temas de fondo sin poner excusas, asumiendo la responsabilidad de cada uno. Que Hamás asuma la responsabilidad que le cabe y que el Estado de Israel asuma también la responsabilidad que le cabe. Acá no hay antisemitismo, sino una discusión profundamente política. Háganse cargo.

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