Arranca el 2024 con un BRICS ampliado, pero sin Argentina.
Mariano Saravia.
Desde el 1° de enero, a los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se suman: Arabia Saudita, Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Etiopía. Ese lote de cinco países era de seis en principio. Pero el régimen Milei-Macri rechazó integrar e bloque comercial más potente y con mayor proyección del mundo. Se trata del bloque que reúne a casi el 50 por ciento de la población, el 25 por ciento del PBI y el 20 por ciento del comercio de todo el mundo. Es mucho más potente e importante que el G7.Pero el régimen Milei-Macri renunció para quedar bien con su amo, el Imperio Estadounidense. Esta es una actitud vergonzosa, extemporánea y ruinosa para la Argentina. NO tiene nada que ver con ideología, sino con la falta de pragmatismo y la extrema ideologización de este régimen nefasto. Hoy por hoy, es un infantilismo ideologizar las relaciones internacionales. Se trata de ser pragmáticos. Los BRICS no están juntos porque compartan ideologías, sino estrategias de cooperación y crecimiento. Son MUY distintos ideológicamente los gobiernos de Rusia, China, la India, Sudáfrica y Brasil. Y ni hablemos de los nuevos, sobre todo Arabia Saudita con Irán o con Egipto. Pero todos comparten una visión multipolar del mundo. A la potencia que ya tenían los BRICS se les suman grandes productores de energía y con Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, se establece un puente con la OPEP (Organización de Estados Productores de Petróleo). Esto es fundamental para la batalla a corto plazo por los precios y las cuotas de petróleo, que ya se sabe, sigue siendo el combustible básico para mover el mundo. ¿Qué ganamos con esta actitud del régimen Milei-Macri? NADA. Las «relaciones carnales» del menemato con Estados Unidos eran asquerosas, pero tenían un sentido en la década del ’90, cuando Estados Unidos era el hegemón total. Hoy no lo es más, y está en franca decadencia, junto con las otras potencias atlantistas (Europa principalmente). El eje mundial, en comercio, en política, en cultura y en poderío bélico, se ha trasladado al Pacífico y a Eurasia. Además, la obsecuencia sobreactuada nunca es bien pagada. Hasta ahora, no hay ni un solo gesto del Imperio hacia el régimen M-M.A menos que se sinceren y reconozcan lo más profundo de esta decisión de no entrar a los BRICS. Y es que ni siquiera tiene que ver con unas nuevas «relaciones carnales». Que es una decisión más de política interna que de política exterior. Porque entrar a los BRICS significaba ampliar el comercio, generar movimiento económico, crear puestos de trabajo, mercado interno y también desendeudamiento de la Patria. Y en realidad, el proyecto del régimen M-M es todo lo contrario: seguir endeudando, estanflación (recesión con inflación), destrucción del aparato productivo y remate de todos los activos de la Argentina, lo que puede incluir la disolución social y la fragmentación territorial. Por algo, son anarco-capitalistas, no creen ni quieren que siga existiendo un país llamado Argentina.