Mariano Saravia
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Especialista en Política Internacional

Milei en Córdoba

mayo  2024 / 29 Comentarios desactivados en Milei en Córdoba

Córdoba recibió este sábado 25 de mayo a Javier Milei con una batería de acciones, banderas, pintadas, marchas y otro tipo de expresiones de repudio. Uno de los colectivos que más ha llamado la atención toma por eslogan y leitmotiv: “Milei Culiadazo”.
Algunos se escandalizan por la mala palabra y otros dicen que no propone nada, que no es algo propositivo. A mí me parece que sintetiza mejor que nada el momento actual y la necesidad política y estratégica que la Patria reclama.
Porque hoy, se ha instalado en la Casa Rosada, pero peor aún, en el sentido común de muchos, un proyecto de muerte. Lisa y llanamente un proyecto de muerte. Un proyecto con tintes fascistas, y esencia neoliberal. Que en lo concreto destruye el aparato productivo, la economía y el trabajo, genera desocupación y miseria, y entrega sectores estratégicos de la Patria, como las fuentes de energía, la tierra y hasta las Malvinas. Viene acompañado de represión, una represión que empieza con la represión simbólica, en redes y en el discurso único. Un proyecto que no solo es antipopular, sino también antinacional y antidemocrático por esencia.
Como dijo el Papa Francisco, hay dos tipos de legitimidad, por un lado, la legitimidad de origen, es decir el voto popular, pero también está la legitimidad en el ejercicio del poder, y este presidente la ha perdido, o nunca la tuvo. Es el peor gobierno de la historia argentina, no me cabe dudas, peor que Rivadavia, Mitre, Juárez Celman, Agustín P. Justo y Macri juntos. Sin contar a los dictadores genocidas, por supuesto.
Ante una amenaza y un peligro real de tal magnitud, Milei Culiadazo me parece que sintetiza gran parte de lo que se necesita hoy. Descarto lo de las groserías, porque groserías son todos los actos que viene haciendo diariamente el presidente, y los últimos son los patéticos papelones en España y en el Luna Park. Esas son groserías.
Y en cuanto a definirse políticamente como lo anti algo, estoy convencido que es lo que hace falta hoy. No sé mañana, pero hoy, es esto: Milei Culiadazo. Porque en esa consigna coincidimos todos, o muchos, sin importar nuestras diferencias. En este momento no sería lo más conveniente convocar bajo identidades puras: radicales, peronistas, izquierda, etc. Hoy lo que nos debe convocar es la oposición a un proyecto de muerte, porque en esa estamos todos y todas juntas: trabajadores, estudiantes, desocupados, feministas, jubilados, discapacidades, inmigrantes, diversidades, originarios, afrodescendientes, minorías que en definitiva somos mayorías.
La enseñanza que nos dejan los grandes de la historia es determinar la contradicción principal, y diferenciarla de contradicciones secundarias que podamos tener entre nosotras y nosotros. Determinar, en definitiva, al enemigo principal, y hoy sabemos cuál es. Una vez determinado con claridad eso, se impone la unidad para derrotar a ese enemigo principal del pueblo y, diría, de la humanidad. Luego, bueno, luego se verá hasta donde se justifica y dura esa unidad.
Eso fue lo que diagramó Lenin y por eso tuvo que haber una Revolución de Febrero para que luego hubiera una Revolución de Octubre. Así lo hizo Mao cuando se alió con los nacionalistas de Chiang Kai Shek para expulsar a los imperialistas japoneses. Así lo hizo en su momento también Ho Chi Ming, y también Juan Perón en ciertos momentos de la historia.
Eso también nos enseñan dos fechas que recordamos en estos días: la Revolución de Mayo y el Cordobazo. Aquel 25 de mayo de 1810, en aquel Cabildo Abierto y en la Primera Junta convivían los jacobinos (Moreno, Belgrano y Castelli) con el poder militar (Saavedra y Azcuénaga), había un cura como Alberti y dos comerciantes catalanes como Matheu y Larrea. Los unía la oposición al virrey Cisneros, que ya no representaba a nadie, había perdido legitimidad.
En el Cordobazo del 29 de mayo de 1969, confluyeron tres corrientes tan diversas en lo ideológico como la del sindicalismo combativo de Atilio López, el peronismo ortodoxo de Elpidio Torres y el marxismo nacional de Agustín Tosco. Fueron capaces de sentarse a muchas mesas para preparar esa gloriosa pueblada contra un enemigo principal: la dictadura de Onganía.
Hoy, la contradicción principal es fascismo contra democracia, hoy es muerte contra vida, normalidad contra locura, respeto en la diversidad contra el insulto y el grito permanente, contenido contra vacío estruendoso. En definitiva, todo lo que engloba el eslogan Milei Culiadazo.
Milei Culiadazo, lejos de ser una consigna vacía, está lleno de significado, porque Milei Culiadazo dice todo lo que no queremos. A veces no sabemos bien qué queremos, pero sí tenemos claro qué no queremos. Podemos caminar un tiempo con alguien, podemos compartir un acto con alguien, o no, podemos estar este 25 de mayo con alguien que no conocemos y hasta con alguien con quien pensamos distinto. Podemos compartir el locro o el chocolate caliente, y emocionarnos con el himno y con un país distinto, y hasta podemos estar pensando cada uno y cada una en distintos países. Pero saber que no queremos para nuestro país, para nuestra Patria todo lo que le están haciendo hoy. Lo que debemos tener claro es con quien NO nos sentaríamos a comer el locro ni a compartir nada de nada.

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